sexta-feira, 6 de novembro de 2015

E.Coli

 

 

By Mayo Clinic Staff

No vaccine or medication can protect you from E. coli-based illness, though researchers are investigating potential vaccines. To reduce your chance of being exposed to E. coli, avoid risky foods and watch out for cross-contamination.

Risky foods
  • Cook hamburgers until they're 160 F. Hamburgers should be well-done, with no pink showing anywhere in the meat. But color isn't a reliable indicator of whether or not meat is done cooking. Meat — especially if grilled — can brown before it's completely cooked.

    That's why it's important to use a meat thermometer to ensure that meat is heated to at least 160 F (71 C) at its thickest point.

  • Drink pasteurized milk, juice and cider. Any boxed or bottled juice kept at room temperature is likely to be pasteurized, even if the label doesn't say so.
  • Wash raw produce thoroughly. Washing produce won't necessarily get rid of all E. coli — especially in leafy greens, which provide many spots for the bacteria to attach themselves to. Careful rinsing can remove dirt and reduce the amount of bacteria that may be clinging to the produce.
Avoid cross-contamination
  • Wash utensils. Use hot soapy water on knives, countertops and cutting boards before and after they come into contact with fresh produce or raw meat.
  • Keep raw foods separate. This includes using separate cutting boards for raw meat and foods, such as vegetables and fruits. Never put cooked hamburgers on the same plate you used for raw patties.
  • Wash your hands. Wash your hands after preparing or eating food, using the toilet, or changing diapers. Make sure that children also wash their hands before eating, after using the bathroom and after contact with animals.

 

http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/e-coli/basics/prevention/con-20032105

Starry Nights Landscapes by Yohan Terraza

 

Posted: 04 Nov 2015 09:00 AM PST

Yohan Terraza est un photographe français qui présente aujourd’hui une série en cours de photographies de nuit, débutée il y a quelques années. Basé en partie sur une histoire personnelle, ce travail a été réalisé en Gironde, en montagne et sur des dunes de sable. Ce photographe a voulu donner sa propre perception de la nuit : un ballet qui se renouvelle à l’abri du Soleil, fait d’entractes, de silences, de chemins, d’espoirs et de tourments.

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www.fubiz.net

Surfers Inside Barrel Waves

 

Posted: 05 Nov 2015 11:00 AM PST

Leroy Bellet est un jeune photographe australien. Dans ses clichés époustouflants, il immortalise les surfeurs dans la pratique de leur sport. Le jeune artiste photographie les sportifs lorsqu’ils sont au coeur de la vague. Les images qu’il nous offre nous plongent en immersion dans ce que perçoivent les surfeurs lorsqu’ils sont sur l’eau.

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Chile tendrá la mayor área marina protegida de Latinoamérica

 

 

El parque marino Nazca-Desventuradas abarcará una superficie de 297.000 km2, convirtiéndose en el más grande de Latinoamérica.

Por Lorena Guzmán H. 4 de noviembre de 2015

Para 2020, el 10% de los mares del mundo deberían estar bajo protección o por lo menos esa es la meta de las Naciones Unidas. No obstante, actualmente las zonas con algún grado de control solo llegan al 3,5%, mientras que las que se encuentran con protección total apenas suman el 1.6%. Aún así, cada avance cuenta y Chile acaba de dar uno que podría inspirar a otros.

Durante la segunda reunión internacional Nuestro Océano –realizada en el puerto chileno de Valparaíso a principios de octubre pasado– la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, no solo inauguró la cita, sino que también anunció tres nuevas zonas de protección marinas en territorio chileno. Estas “conllevarán la protección de una superficie total de más de un millón de kilómetros cuadrados, constituyéndose en su conjunto en uno de los espacios de protección marina más grandes del mundo”, aseguró la mandataria.

El parque marino Nazca-Desventuradas abarcará una superficie de 297.000 km2, convirtiéndose en el más grande de Latinoamérica;  a él se suma una red de áreas protegidas en el archipiélago Juan Fernández que mantendrá bajo protección a 13.000 km2. Por último, está la propuesta de crear  una inmensa zona protegida de unos 720.000 km2 en Rapa Nui, (o Isla de Pascua), que de ser aprobada por la comunidad local pasaría a ser la más grande del continente americano y una de las tres mayores del mundo, superando incluso al parque marino Nazca-Desventuradas

El parque marino en la Isla de Pascua se sumaría a un área protegida  ya establecida de 150.000 km2:  el Parque Marino Motu Motiro Hiva, que incluye la isla Salas y Gómez. No obstante, en la creación de esta en 2010 no se involucró a los locales, lo que ha traído varios conflictos que interfieren en su funcionamiento, más aún considerando que según el Convenio 169 del Organismo Internacional de Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales, se debe hacer una consulta pública a los involucrados directos. 

Por ello en junio de 2014 se creó la “Mesa del mar” que sentó a isleños, científicos y autoridades políticas a conversar sobre la nueva área bajo protección que sumaría otros 570.000 km2 en la zona. La propuesta anunciada por la presidenta Bachelet será votada por los isleños en 2016, momento en que se definirá su creación o no.

Si se llegan a materializar los tres parques, Chile tendrá protegido el 25,3% de su territorio marino, superando ampliamente al 12,6% de Reino Unido, al 15,5% de Estados Unidos y al 15,2% de Nueva Zelanda.

Los fondos profundos alrededor de San Félix y San Ambrosio, parte del parque marino Nazca-Desventuradas, se encuentran en un estado excepcional de conservación y no se observan señales de impacto humano. Foto de Enric Sala /National Geographic 

Proteger  la biodiversidad

Según datos recolectados por la Asociación para Estudios Interdisciplinarios de los Océanos Costeros (PISCO, en sus siglas en inglés), estudios realizados en 124 parques marinos alrededor del mundo señalan que tras establecida la protección en los océanos, en promedio,  la biomasa se incrementa en 446% y su densidad en 166%, mientras que el tamaño de los animales aumenta 28% y la diversidad 21%. En tanto que cuando se trata de especies que fueron severamente explotadas, el incremento de la biomasa en algunos casos ha llegado al 1000%.

Justo eso es lo que se busca lograr en Chile. Por ejemplo, el reporte realizado por PISCO y presentado en la “Mesa del Mar” señala que si se protege a la corvina, un pez presente en aguas chilenas, su capacidad de reproducción se disparará: mientras que un individuo de 50 centímetros de largo puede generar una descendencia de 6.000, uno de 70 centímetros logra dejar 43.000.

Mas eso es solo parte de lo que se puede lograr. La diferencia entre proteger o no puede ser inmensa, especialmente cuando el nivel de endemismo de la zona es alto,  algo que ocurre en el parque marino Nazca-Desventuradas. En 2013, Oceana y National Geographic se embarcaron en una campaña científica en la zona y encontraron allí un hotspot de peces de arrecifes donde el 72% de las especies observadas se conocen solo en el área. “Estos son los porcentajes de endemismo más altos jamás registrados en el mar”, dice el informe.

“Además, es una zona endémica de alimentación y reproducción de  juveniles del jurel. Luego de lo cual viajarían desde Juan Fernández hasta Nueva Zelanda”, agrega Liesbeth van der Meer, directora de Campañas de pesquerías de Oceana en Chile. Y si a ello se suma el que la zona es un corredor biológico para diversas especies, se vuelve un ejemplo claro de que el beneficio va más allá de las áreas protegidas mismas.

Mucho por hacer

 “Es muy importante que se creen zonas protegidas para resguardar al biodiversidad”, dice Jane Lubchenco, académica de la Universidad Estatal de Oregon, Estados Unidos, y parte del grupo de trabajo que elaboró el informe para la creación del parque en Isla de Pascua.

No obstante, el problema es que la mayoría de las aguas no cuentan con protección alguna. Si bien entre 1995 y 2005 se dio un gran salto al aumentar del 0,1% al 1,6% las áreas protegidas, esto no es suficiente, dice Jane Lubchenco. Así lo planteó, junto con Kirsten Grorud-Colvert, en un trabajo publicado en octubre en la revista Science donde aseguran que si la estimación de lo que se debe proteger concordara con los números que entrega la ciencia, el área estrictamente controlada debiera estar entre el 20 y 50%.

Latinoamérica y el Caribe no escapa de esa realidad mundial.  Los parques marinos en esta región abarcan menos del 0,1% de la zona económica exclusiva y la mayoría son pequeños –la mitad de ellos cubren menos de 7 km2–, según datos de PISCO. De 255 parques marinos, tan solo doce de ellos son patrullados periódicamente para prevenir la pesca ilegal.

 

http://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/chile-tendra-la-mayor-area-marina-protegida-de-latinoamerica/?WT.mc_id=SAES_ESPWKLY_20151104

Proteína abre camino en la búsqueda de nuevos tratamientos contra el mal de Chagas

 

 

Científicos argentinos han encontrado que la proteína galectina-1 juega un rol en la protección de las células cardíacas contra el parásito que causa la enfermedad de Chagas. 

Por Valeria Román 30 de octubre de 2015

Todo comienza con síntomas similares a los de la gripe, acompañados de fiebre, erupciones cutáneas o párpados inflamados… y luego desaparece...o quizás no.  Si no es tratado en las etapas iniciales con fármacos que matan al parásito, tras la etapa aguda de la enfermedad de Chagas, el parásito Tripanosoma cruzi puede quedar latente en el cuerpo, convirtiéndose en una enfermedad crónica que puede causar graves consecuencias cardíacas e intestinales en el individuo.

La enfermedad de Chagas, bastante común en América Latina,  es la tercera infección parasitaria con más prevalencia en el mundo, después de la malaria y la esquistosomiasis.

El parásito que causa la enfermedad de Chagas –que afecta a más de 7 millones de personas en el mundo–  es diseminado por insectos hematófagos (que se alimentan de sangre) infectados, conocidos como vinchucas o chinches. La enfermedad también puede diseminarse a través de los alimentos contaminados, una transfusión de sangre, un órgano donado o de madre a hijo durante el embarazo.

Si bien existen dos medicamentos para tratar la infección en la etapa aguda, aún faltan tratamientos más eficaces y seguros para la etapa crónica, que puede desarrollarse más de 20 años después de que el Tripanosoma cruzi haya ingresado al organismo.

Hasta el 30% de los infectados con el parásito de la enfermedad de Chagas desarrollan un problema en el corazón, que puede llevar a la muerte. Ahora, un equipo de científicos de la Argentina descubrió un mecanismo molecular por el cual la infección podría ser mejor controlada.

Tras la proteína galectina-1

El equipo de científicos del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), del Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI) y otras instituciones públicas de la Argentina realizaron un estudio para saber cuál era el rol de la proteína galectina-1 en la interacción entre el parásito que causa Chagas y la persona infectada. Eligieron ese camino pues ya se conocía que esa proteína está asociada con el avance de otras enfermedades, como el cáncer y la artritis reumatoidea.

Durante el estudio, cuyo resultados se publicaron en la revista PLOS Neglected Tropical Diseases, los investigadores examinaron 28 pacientes: 19 ya tenían síntomas cardíacos y 9 estaban en fase asintomática. Luego, los compararon con 42 personas que no habían sido infectadas por el parásito.

Los científicos detectaron que los infectados por el parásito del Chagas tenían niveles más elevados de la proteína galectina-1, aún si no presentaban los síntomas, en comparación con los no infectados.

Después, el equipo de científicos  –integrado por Alejandro Benatar, Karina Gómez, Gabriela García, Gabriel Rabinovich y Marta Toscano, entre otros– tomó células del corazón de ratones murinos. En el laboratorio, incubaron a esas células con la proteína galectina-1 y luego las infectaron con el Tripanosoma cruzi. El resultado de ese experimento fue que había menos parásitos en las células cardíacas que contaban con la presencia de la proteína. Por lo cual se indicaría que la proteína podría ayudar a limitar el avance de los parásitos.

Además, los investigadores hicieron un segundo experimento para contar con más evidencias: a través del peritoneo, que es la membrana que cubre el abdomen, les inyectaron parásitos a ratones que no tenían el gen que codifica para la proteína galectina-1. Observaron que los animales que tenían desactivado el gen tenían más parásitos en su sangre y en el tejido cardíaco, en comparación con animales salvajes que sí tenían la proteína.

“Nuestro trabajo demuestra que la proteína puede disminuir la infección por el parásito en las células cardíacas. Pero también detectamos que el parásito puede alterar a esas células y restringir la actividad de la misma proteína. El rol de la galectina-1 en la interacción entre el parásito y el huésped es fascinante pero es un área que necesita más investigación”, dijo a Scientific American, la investigadora Karina Gómez. 

“Sabemos que el avance de la enfermedad de Chagas depende de muchos factores, como el linaje del parásito que afecta a cada infectado y hasta la genética del mismo paciente. Aún no se conoce bien por qué solo el 30% de los infectados desarrolla alteraciones cardíacas. Ahora, tenemos evidencia de que la proteína galectina-1 podría ser capaz de prevenir el daño, al menos en células cardíacas en animales”, explicó Gómez. 

La investigadora espera para el futuro que se pueda desarrollar un tratamiento con galectina-1 que funcione como complementario a los medicamentos convencionales. “Una terapia con galectina-1 podría ayudar a reducir la dosis de los tratamientos antiparasitarios. Así el tratamiento tendría menos efectos colaterales. Por supuesto, estamos aún en una etapa muy preliminar, pero hay una búsqueda mundial para encontrar drogas más seguras para Chagas”. agregó Gómez, cuyo trabajo fue financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el Conicet y la Fundación Florencio Fiorini.

Consultado por Scientific American, Sergio Sosa-Estani, del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigaciones Endemo-epidémicas, que no participó en los trabajos publicados, consideró que “el hallazgo demuestra que existe un mecanismo específico de la relación entre el huésped, la persona afectada, y el parásito que causa la enfermedad de Chagas. Esa relación puede modificar la capacidad del parásito de hacer más o menos daño sobre el paciente. La identificación de este tipo de mecanismos puede ser útil para diseñar estrategias con drogas o vacunas terapéuticas en el futuro”.

 

http://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/proteina-abre-camino-en-la-busqueda-de-nuevos-tratamientos-contra-el-mal-de-chagas/?WT.mc_id=SAES_ESPWKLY_20151104